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Funciones generales de un procurador

El procurador es el garante para la protección de la igualdad de las partes ante la complejidad de los procesos judiciales de forma que no pierda su poderdante la posibilidad de ejercer sus derechos (que se efectúen los trámites en plazo, interposición de recursos, evitando la preclusión de las oportunidades procesales).

Al procurador le corresponde velar por la normalidad del proceso, evitando dilaciones y obstáculos que puedan alargar el procedimiento.

  • Colaboro con el sistema público de justicia, sirviendo de conexión jurídico-formal entre los tribunales y los ciudadanos incursos en causas judiciales, abreviando técnicamente los trámites de los actos de comunicación procesal: requerimientos, notificaciones, emplazamientos y citaciones.

  • Examino y realizo el seguimiento tanto de los escritos que presento en el decanato de los juzgados como de las notificaciones que posteriormente envío a los abogados. Cuando existen errores o deficiencias, los pongo en conocimiento de los abogados o de la oficina judicial para que sean subsanados, siempre dentro de plazo. Esto hace que deba conocer todo el Derecho procesal vigente.

  • También realizo el traslado de escritos a las partes contrarias en el pleito e informo a mis clientes sobre el transcurso de los procesos.

  • Otra función importante que realizo consiste en la ejecución de resoluciones judiciales (autos, sentencias y decretos), siendo yo en muchos casos la impulsora de las mismas.

  • Aparte de representar al cliente y colaborar con la Administración de Justicia, ejerzo una función primordial en la llamada vía de apremio jurisdiccional, dentro de la cual facilito la culminación de los trámites necesarios para la ejecución de las resoluciones judiciales (autos y sentencias de los jueces y magistrados, y decretos de los secretarios judiciales), y en modo especial ejecuto la traba y realización de patrimonios afectados al cumplimiento de las resoluciones judiciales.